Toda aquella información que puede ser digitalizada, puede ser vulnerada.
Sin embargo, no todo está perdido. Aquí unos cuantos consejos para disminuir tu exposición.
1. Crear una contraseña difícil y cambiarla con frecuencia
Una contraseña robusta es la que está diseñada para que sea difícil de descubrir para una persona o un programa. Puede hacer su contraseña mucho más difícil de romper utilizando más caracteres, mezclando letras mayúsculas y minúsculas e incluyendo números y caracteres especiales.
2. Utilizar doble factor de autenticación
Además de la contraseña, se recomienda recurrir a otros métodos para verificar el inicio de sesión. El doble factor de autenticación se puede localizar dentro del menú de configuración en las redes sociales y en el correo (o la opción Mi cuenta en Gmail).
3. Mantener el software actualizado
Tener el software al día es fundamental para cuidarse de posibles ataques, ya que en cada actualización se incluyen los últimos parches de seguridad.
4. Realizar una copia periódica de los archivos
Es esencial hacer un back up periódico (una vez a la semana, por ejemplo) de los archivos más importantes. Lo ideal es que se guarden en un disco externo y no solo en la nube, para así estar protegido en caso de ser víctima de un ciberataque.
5. Modo incógnito
Cuando se navega en modo incógnito, algo que se puede hacer desde Google Chrome ingresando en el menú de configuración -basta con hacer clic en los tres puntos que figuran en el margen derecho superior del buscador-, se evita que el navegador almacene la actividad vinculada con los sitios que se visitaron, como el historial de búsqueda y las cookies.
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